Hoy repasamos uno de esos recuerdos que te marcan y se quedan en ti como una cicatriz. Un momento, una persona y una película. La primera vez que vi el clásico de King Kong de 1933 me enamoré del mono y de las patatas sabor jamón. Hoy, en una fecha tan especial como la película, rindo mi pequeño homenaje recordando lo que supone para mi este peludo titán. Si quieres saber la historia en torno a la cinta, pincha en el siguiente post.
Frikimalismo King Kong
Mi octava maravilla
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