Theory of everything
nos adentra en una historia íntima y personal sobre la continua lucha de una
mente por superar la barrera física. Pero más allá de la narrativa en primera
persona, la película nos permite conocer la inmensa batalla que realiza Jane
Hawkings, la primera esposa e incondicional de Stephen, por vivir intensamente
y de la mejor forma posible cada segundo regalado de vida. Un film emotivo y
peleón, que muestra sin tapujos el día a día, inundando al espectador no de un
regusto amargo, sino de una sensación gratificante sobre los límites del ser
humano.
Inspirada en las memorias de la propia Jane, Travelling to
Infinity: My life with Stephen, su
historia comienza en ese punto crítico en el que la enfermedad comienza a
asomar. La juventud, alocada y sin prisas, se vuelve una carrera imposible
cuando los primeros síntomas desvelan un final inevitable: uno de los cerebros
más prodigiosos que el mundo ha visto, pronto será incapaz de comunicarse.
Stephen (un increíble
Eddie Redmayne) se
encierra en una burbuja de autocompasión mientras ve como su mundo se desmorona
a su alrededor.
Y será una joven fuerte, de corazón y de espíritu, Jane (Felicity Jones en el
papel de su vida), la encargada de devolverle las ganas de vivir y de luchar.
Juntos emprenderán ese duro camino desde el diagnóstico hasta la degeneración
neuronal que le impide hacer vida normal. La vida de su matrimonio, sus hijos y
la guerra continua por superar pequeños actos comunes, irá en paralelo con su
Tesis profesional y la demostración de la Ecuación única del universo.
Una historia con
transcendencia profesional mundial que el director James Mars ha
convertido en algo personal y cercano, permitiendo una empatía que se cala
debajo de la piel. Con fragmentos duros, escenas de luchas físicas y batallas psicológicas
que deberían suponer un desgaste constante, la fuerza y vitalidad de la
película chocan con el agotamiento y el dolor.
Sin caer en el
melodrama biográfico y la lástima lacrimógena, La teoría del todo
es un ejemplo de que el amor, el cariño y el respeto, pueden volver flexibles las leyes de lo
imposible. Curiosa mezcla, pues durante sus 123 minutos se esfuerza con
exprimir la contundencia de las Teorías propuestas por el físico, su
impasibilidad ante cualquier fuerza superior y la reducción de todo a ecuaciones
matemáticas.
Sin desvelar nada
más, reconozco que los premios a los que opta (a falta de saber si se lleva
algún Oscar) son más que merecidos, tanto por el resultado como por el increíble
magnetismo de la actuación. Ambos personajes, que se estudiaron a fondo los
papeles con los propios Stephen y Jane, llegan a confundir al espectador sobre
el realismo de los mismos.
Premios Oscar: 5
nominaciones, incluyendo Mejor película
2 Globos de Oro: Mejor
actor - Drama (Redmayne) y Mejor BSO
Premios BAFTA: 10
nominaciones, incluyendo Mejor película
Satellite Awards: 5
nominaciones, incluyendo Mejor película
Sindicato de Actores (SAG):
Mejor actor (Eddie Redmayne)
Critics Choice Awards: 5
nominaciones, incluyendo Mejor película
Se vera pues, percibirse en la fuerza este tipo de peliculas dificil es cada vez más. Que por la fuerza del cine guiada como hasta ahora seas.
ResponderEliminarEspero veredicto pues :)
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