La vida de Pi: cómo soñar despierto

No tenía muy claro que me iba a encontrar cuando viera 'La vida de Pi'. Pense que sería una de esas películas sobre filosofía, tan artísticas que te pierdes en sus razonamientos y tan visualmente impactantes que su irrealidad te saca de la ensoñación en la que se propone sumergirte. Y aunque tiene un poco de ambas cosas, no ha sido para nada lo que me esperaba. Superando todas mis expectativas, ha conseguido emocionarme, evadirme, deslumbrarme y engancharme en sus dos horas.

Película narrada con un comienzo de cuento, muchos animales y color por todas partes, en los primeros minutos había asumido que me encontraría con la versión hindú de 'Big Fish'. Una forma de descubrir la vida, casi como si fuera un sueño, en la que poco a poco vamos conociendo al personaje principal, Piscine, más conocido por Pi. Todo eran reflexiones, curiosidad y lecciones de la vida, pero con un tono ameno rozando lo infantil que hacía que los minutos se pasaran volando. Pero cuando pensaba que ya me había acomodado en una película monótona sobre filosofía y cuestiones religiosas o morales, empieza el verdadero viaje a lo imposible.

Estamos en alta mar y ahora no hay nadie que nos enseñe el valor de las cosas. Richard Parker será nuestro guía y el único lazo con la humanidad que nos queda (eso sí, con el lado salvaje de la misma). Aferrados a sobrevivir, la película da un giro hacia la lucha y la superación personal, con momentos muy duros que por momentos hasta me angustiaron (ya no parecia un cuento). Duras lecciones en un escenario reducido que se mezclan con la enseñoción de un relato tan fantástico como precioso. Con una estética idílica, y con un toque mágico, la crueldad de algunas escenas se mezcla con la ambientación en un equilibrio casi perfecto. No esperéis una película sencilla o amena, abrir la mente y dejaros llevar a través de un viaje sobre la vida, las esperanzas y la supervivencia.

La ilusión es uno de los pilares fundamentales del film. Ilusión por aprender, por vivir, por alcanzar lo inalcanzable, por demostrarse algo, o incluso por lograr aquello que nadie ha hecho nunca. Pero no es lo único que está presente, la esperanza, ya sea en algún dios o en uno mismo, así como la conexión con las cosas, tambien tiene un hueco especial. Aprender por ti mismo las enseñanzas que la vida te obliga a aprender o ponerte a prueba en situaciones límite que darán el toque dramático e intenso a esta aventura.

No os engañéis, hay veces que las lecciones no son fáciles. Con momentos duros, y otros tan ilógicos que simplemente son geniales, no daréis un feliz paseo en barca acariciando al suave felino que va de polizón. Al fin y al cabo, es la historia de un niño que esta solo en alta mar sin más compañía que un tigre, la convivencia no podía ser muy pacífica.


Pero eso no es todo, 'La Vida de Pi' no se compone solo de un tigre, un niño con mucha imaginación, colores imposibles en la naturaleza y filosofía encubierta en forma de fantasía. La película también aporta un elemento sonoro digno de mención. Con piezas preciosas que armonizan los estados de ánimo, son uno de esos elementos que nos harán introducirnos en los anhelos oníricos de la historia. Y aún hay más, la narración en primer persona permite que no dejes de lado nunca la sensación de estar tumbada en la cama con tu padre a los pies leyéndote un cuento.

Es la mezcla perfecta de irrealidad y naturaleza, con tintes dramáticos y clases magistrales sobre la vida y supervivencia con animales.