jueves, 29 de enero de 2015

Crítica: La teoría del Todo



Theory of everything nos adentra en una historia íntima y personal sobre la continua lucha de una mente por superar la barrera física. Pero más allá de la narrativa en primera persona, la película nos permite conocer la inmensa batalla que realiza Jane Hawkings, la primera esposa e incondicional de Stephen, por vivir intensamente y de la mejor forma posible cada segundo regalado de vida. Un film emotivo y peleón, que muestra sin tapujos el día a día, inundando al espectador no de un regusto amargo, sino de una sensación gratificante sobre los límites del ser humano.



 Inspirada en las memorias de la propia Jane, Travelling to Infinity: My life with Stephen, su historia comienza en ese punto crítico en el que la enfermedad comienza a asomar. La juventud, alocada y sin prisas, se vuelve una carrera imposible cuando los primeros síntomas desvelan un final inevitable: uno de los cerebros más prodigiosos que el mundo ha visto, pronto será incapaz de comunicarse.
Stephen (un increíble Eddie Redmayne) se encierra en una burbuja de autocompasión mientras ve como su mundo se desmorona a su alrededor. 

Y será una joven fuerte, de corazón y de espíritu, Jane (Felicity Jones en el papel de su vida), la encargada de devolverle las ganas de vivir y de luchar. Juntos emprenderán ese duro camino desde el diagnóstico hasta la degeneración neuronal que le impide hacer vida normal. La vida de su matrimonio, sus hijos y la guerra continua por superar pequeños actos comunes, irá en paralelo con su Tesis profesional y la demostración de la Ecuación única del universo. 

Una historia con transcendencia profesional mundial que el director James Mars ha convertido en algo personal y cercano, permitiendo una empatía que se cala debajo de la piel. Con fragmentos duros, escenas de luchas físicas y batallas psicológicas que deberían suponer un desgaste constante, la fuerza y vitalidad de la película chocan con el agotamiento y el dolor. 

Sin caer en el melodrama biográfico y la lástima lacrimógena, La teoría del todo es un ejemplo de que el amor, el cariño y el respeto,  pueden volver flexibles las leyes de lo imposible. Curiosa mezcla, pues durante sus 123 minutos se esfuerza con exprimir la contundencia de las Teorías propuestas por el físico, su impasibilidad ante cualquier fuerza superior y la reducción de todo a ecuaciones matemáticas. 



Sin desvelar nada más, reconozco que los premios a los que opta (a falta de saber si se lleva algún Oscar) son más que merecidos, tanto por el resultado como por el increíble magnetismo de la actuación. Ambos personajes, que se estudiaron a fondo los papeles con los propios Stephen y Jane, llegan a confundir al espectador sobre el realismo de los mismos. 

Premios Oscar: 5 nominaciones, incluyendo Mejor película
2 Globos de Oro: Mejor actor - Drama (Redmayne) y Mejor BSO
Premios BAFTA: 10 nominaciones, incluyendo Mejor película
Satellite Awards: 5 nominaciones, incluyendo Mejor película
Sindicato de Actores (SAG): Mejor actor (Eddie Redmayne)
Critics Choice Awards: 5 nominaciones, incluyendo Mejor película


2 comentarios:

  1. Se vera pues, percibirse en la fuerza este tipo de peliculas dificil es cada vez más. Que por la fuerza del cine guiada como hasta ahora seas.

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