El primer volumen recopila los números del 1 al 7 de la
serie común, recogiendo los inicios de un camino de venganza y ensoñación.
Como toda buena historia, comienza por la avaricia y la sed de poder del
ser humano. En un intento de capturar a la mismísima muerte, Sueño cae en manos
de unos ocultistas, quienes le privan de todo lo que lleva encima y lo
encierran durante 7 décadas.
Mientras espera el momento adecuado, la enfermedad del sueño
empieza a extenderse con rapidez. Roto el equilibrio en el mundo onírico, las
personas caen presa del hechizo de sus ilusiones nocturnas para sucumbir a
ellas.
Cuando llega el momento de la liberación comienza una hazaña
aún mayor: recuperar su reino. Con las fuerzas mermadas, Sueño emprende el
camino hacia sus dominios para descubrir horrorizado que la fuente de su poder
ha sido destruida y dispersada.
Entre encuentros legendarios y rodeados de mitología, el Rey
del sueño consultará sus próximos pasos, trazando un plan para restaurarse a sí
mismo y clamar venganza. Debe recuperar sus tres amuletos básicos de poder: una
bolsa de arena, un yelmo y un rubí. Alguno en manos de mortales, otros de seres
del submundo y finalmente de mano en mano entre superhéroes y dementes.
Con total naturalidad, en un aura de irrealismo mágico y
poder sobrenatural, la historia se mueve entre mundos. Duelos en el infierno,
viajar acompañado de John Constantine o ser testigo de una obra cruel y macabra
de un preso fugado del Arkham Asylum. Un argumento cambiante que persigue sus
objetivos, intercalando historias y ambientes distintos, pero con el mismo
toque final sublime y fantasioso de Morpheo.
Mi veredicto para los primeros pasos de una aventura de
sueños es perfecto. Un coctel de colores oscuros que baña la estela siniestra
que persigue un dibujo caricatulizado, todo ello a merced de una historia rica
en referencias culturales y con un magnetismo adictivo palpable para cualquier
amante del arte.
Sin el conformismo de lo convencional, su puesta en escena
con viñetas cambiantes y superpuestas induce aún más a la sensación vertiginosa
de estar subido en una nube de sueños e ilusiones, crueles y demenciales, pero abstractos
y poéticos igualmente. Cargados de simbolismo, te consumen y enganchan si te
dejas sumergir en su historia.
El autor de esta epopeya de sueños es Neil Gaiman, conocido entre sus muchas obras por las novelas de Stardust (1999), que tendría adaptación
a la gran pantalla en 2007, y Coraline,
(2002) que dio el salto al cine en 2009 cautivando a la crítica.
Sentado muy cerquita del trono está Sam Kieth, encargado de las viñetas y que ha realizado entre otros
la miniserie de Alien para Dark House
Comic, y el número único de El increíble Hulk
(#368), que le vínculo con Marvel para dibujar numerosas portadas.
Se ha abierto la primera puerta del mundo de los sueños, y
pienso cruzarlas todas.
“Y aquí estoy, solo y asustado, en el espacio desnudo”
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